¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, otras soplará el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

lunes, 3 de mayo de 2010

Estado laico


De acuerdo al Art 16.3 CE “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y demás confesiones”. Es un artículo muy significativo y por encontrarse entre los fundamentales, es de hondo calado, pues exige un arduo proceso para su modificación.

Se desprende de ese artículo que cooperar el Estado con las confesiones no es una opción, sino una obligación. El Estado adquiere el compromiso de colaborar con la Iglesia Católica, en su sostenimiento y respeto de acuerdo al principio de libertad religiosa. Lo que afirma el 16.3 no es la no confesionalidad del estado sino la no estatalidad de las confesiones, un concepto que se presta a ser confundido con facilidad. Nos encontramos un sistema personalista y no paternalista ante lo religioso, el estado laico considera la opción religiosa como parte de la privacidad y libre elección del ciudadano y el Estado se limita a tutelar, velar por el ejercicio de dicha opción. Es Estado es incompetente de acuerdo al principio de laicidad en materia de credo religioso.

Estado laico y Estado laicista son dos fenómenos diversos. La laicidad no significa acabar con cualquier valor religioso y mantener la religión únicamente en el ámbito privado evitando e impidiendo cualquier manifestación externa, pues no es ateísmo o agnosticismo, dichas opciones expresarían un pronunciamiento del Estado de signo negativo. El Estado es lacio cuando examina lo religioso como factor inmerso en la realidad social, siendo susceptible de reconocimiento, garantía y promoción jurídicos. Consiste en que los ciudadanos y el Estado cooperen para que esa libertad religiosa sea posible.

España, se compromete en su Constitución a una actitud activa y positiva estableciendo en su LOLR un régimen jurídico pacticio con las confesiones que hayan alcanzado notorio arraigo en España. Y el notorio arraigo del catolicismo es muy a tener en cuenta, porque su libro en España no es una página de la historia en blanco, aunque los tiempos estén cambiando, y la práctica sea inferior la mayor parte de la sociedad creyente se sigue reflejando en su generalidad entre los católicos. La Iglesia pide:

1. Libertad para obrar en conciencia.
2. Libertad para anunciar la palabra de Dios., educar la fe y celebrar los sacramentos.
3. Libertad de organización interna.
4. Libertad para emitir juicios morales

En cuanto a tomar parte como Iglesia en determinadas posturas sociopolítica, en una sociedad democrática, tengo derecho a disentir de la ley, porque aunque sea Iglesia, no dejo de ser ciudadano, con libertad de pensamiento y opinión, derecho expresarla, y reconozco que cuando la Iglesia habla tiene efectos. La Iglesia además tiene derecho a recordar a los creyentes la importancia de su moral cristiana.

Dijo Bruno Forte “si el Dios de la Iglesia se ha metido completamente dentro de la aventura humana, la Iglesia de Dios no podrá quedar como espectadora de la Historia”.

Los cristianos somos un colectivo más, pero debemos saber hacer bien las cosas, la Iglesia desgraciadamente tiene muy mala imagen, en gran parte por sus detractores que conocen sus puntos débiles y hacen uso de la desunión que existe, y de grandes dosis de maldad, pero, tal vez también, porque en su afán por adoctrinar ésta, a veces se excede, y a la gente no se la engancha con doctrinas, sino con humanidad, tocándoles el corazón, la fibra sensible, mostrándoles lo positivo, y aceptando lo negativo con valentía, y luchando por erradicarlo. Como colectivo que somos debemos mostrar nuestro compromiso y vivencia de la fe en todos los sectores, en todo lo que hacemos, en cada minuto de nuestra vida, y no reducirlo a los rezos en la Iglesia.

En el voluntariado es evidente, debemos mostrar nuestra responsabilidad con lo más desfavorecidos, con los que carecen de nuestros privilegios. En la cultura, porque es la base de una sociedad y si se influye en ella positivamente, con horizontes claros, valores, convicciones fuertes, pueden obtenerse mejoras considerables. Si se omite la presencia de católicos en la cultura ocurre lo que escribió Alexis de Tocqueville:

Al gritar los que negaban el cristianismo y al callar los que aún creían en al, ocurrió lo que después hemos visto tantas veces entre nosotros, y no solo en materia de religión, sino en todas las demás. A los hombres que conservaban la antigua fe les asustó la idea de ser los únicos en permanecer fieles a ella, y temiendo más la soledad que el error, se unieron a la multitud, aun sin pensar como ella. De modo que lo que no era más que el sentimiento de una parte de la nación, pareció ser la opinión de todos, opinión que desde entonces pareció irresistible, incluso para aquellos que le daban esta falsa apariencia.

En cuanto a la intromisión en los medios de comunicación la mayoría de los ciudadanos se alimenta únicamente de la “cultura popular” transmitida sobre todo por los medios de comunicación de masas. Leía hace poco a González – Carvajal, que escribía que la presencia más importante de lo cristiano en los medios no está en programas de carácter religioso, sino en lograr una presencia “natural” de los valores humanos y cristianos en los relatos populares y en las narraciones de los mass media que alimentan los mitos y los valores de la cultura.
Si la cultura es la base del conocimiento y desde se conocimiento se pude influir, la política es sin duda le medio para hacerlo. Comparto la opinión de que el poder corrompe, pero la política es necesaria y es la vía para avanzar, para lograr metas, mejor estar dentro que fuera, solo es esencial que los que se dedican a ella velen siempre por mejorar las cosas y hacerlo con conciencia. Actuamos como somos, somos lo que creemos, no se puede separar lo personal de lo laboral por eso hay que acertar con quienes son las cabezas visibles de una institución como la Iglesia.
CRISTINA ISABEL CARRETERO ESTEBAN