Cuando los
recién casados celebraron por primera vez la Nochebuena, ella se esmeró en
preparar la cena repitiendo cuidadosamente las costumbres de su casa. En la mesa
no faltaron flores, ni velas: todos los detalles habían sido cuidados con
esmero. Al terminar el pescado él comentó:
-Mari, este
besugo está extraordinario, pero dime ¿por qué le has cortado la cabeza antes
de meterlo en el horno?
-Pues la
verdad es que no sé, pero mi madre siempre lo ha hecho así…
Año tras año
se repitió la escena hasta que una vez, al terminar de cenar, la esposa telefoneó
a su madre:
-Mamá, ¿por
qué hay que cortar la cabeza al besugo antes de introducirlo en el horno?
-Muy sencillo,
hija. Tu padre siempre se empeña en comprar un ejemplar muy grande y mi
besuguera es muy pequeña…
* “Siempre se ha hecho así” decimos a veces
para justificar nuestras costumbres, hábitos o tradiciones, pero en pocas
ocasiones nos molestamos en investigar las razones de esos comportamientos.
¿Qué ocurriría si algo, de vez en cuando, no fuera como siempre?
* Cuenta el evangelista: “Un sábado iba
Jesús por entre unos sembrados. Sus discípulos se pusieron a arrancar espigas y
desgranarlas entre las manos y comerse los granos. Algunos fariseos, al verlo,
dijeron. ¿Por qué hacéis en día festivo lo que no está permitido?”. LC 6, 1-2
Texto y comentarios extraídos de: GÓNZALEZ PAZ, Antonio. Vivir al revés. Relatos para educar en valores. Madrid: PPC, 1999
Bonita foto, de luz liberadora de... nosotros mismos...
Hola Cristina, cada vez lo vas haciendo mejor y eso es realmente hermoso.
ResponderEliminarTambién las palabras elegidas no pueden ser mejores, de uno de mis libros preferidos :)
Espero que el 2013 te vaya todo bien, poco a poco, con paso firme y decisión.
Muchísimas gracias por unas palabras tan agradables, volveré prontito por "tu casa" (blog).
Un abrazo amiga;
Francisco M.