Quien solo busca cuidar su vida, protegerla y defenderla, la echa a perder. Quien no sigue las aspiraciones más nobles de su corazón por miedo a fracasar, ya está fracasando. Quien no toma iniciativa alguna por miedo a equivocarse, ya se está equivocando. Quien solo se dedica a conservar su virtud y su fe, corre riesgo de enterrar su vida. Al final no habremos cometido grandes errores, pero no habremos vivido.
PAGOLA, J.A. El camino abierto por Jesús. Mateo. Madrid, PPC 2010. Pág. 278
Relación: (Mt 25, 14-30)
No hay comentarios:
Publicar un comentario