Una vez tuve un jaque mate, y lo desperdicié intencionadamente, perdiendo la posición en el tablero y jugándome la partida porque no quería ganarla, sino que busqué las tablas y la sonrisa del "rival" y acordé la entrega de mi reina no como rehén, sino como invitada, porque prefiero perder/no ganar, feliz, que ganar en una lucha encarnizada donde al final hay bajas en los dos frentes, donde el que pierde, pierde; pero incluso el que gana, a veces no es consciente que también lo hace, que también cae derrotado, pues apenas queda una pieza, su pieza, o poco más en la triste la soledad del tablero...
Hace unos días leí éste libro. Podía haber visto la película de Isabel Coixet, requiere menos horas, y quizá hubiera sido una opción menos cansada y más entretenida, pero dicen que es mejor leer la historia y, acaso después verla filmada, porque al leerla, fabricas las imágenes en tu mente, y fomenta la creatividad... ¿será cierto, o fueron otras mis razones para hacerlo?.
"¿Es ésto todo?. ¿Matar el tiempo, antes de que el tiempo te mate a ti?. ¿Es ésto todo?. Olas y más olas... Nunca hay dos iguales."
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