¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, otras soplará el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

domingo, 16 de junio de 2013

JUAN SALVADOR GAVIOTA




-¡Pero si es verdad! ¡Soy una gaviota perfecta y sin limitaciones! -Y se estremeció de alegría. […]

Entonces, mientras hablaba, sus plumas se hicieron más y más resplandecientes hasta que al fin brillaron de tal manera que ninguna gaviota pudo mirarle.
-Juan -dijo, y estas fueron las últimas palabras que pronunció-, sigue trabajando en el amor […]

Habló de cosas muy sencillas: que está bien que una gaviota vuele; que la libertad es la misma escencia de su ser; que todo aquello que le impida esa libertad debe ser eliminado, fuera ritual o superstición o limitación en cualquier forma.
-Eliminado -dijo una voz en la multitud-, ¿aunque sea Ley de la Bandada?
-La única Ley verdadera es aquella que conduce a la libertad -dijo Juan-. No hay otra. […]
-¿Por qué será -se preguntó Juan perplejo- que no hay nada más difícil en el mundo que convencer a un pájaro de que es libre, y de que lo puede probar por sí mismo si sólo se pasara un rato practicando? ¿Por qué será tan difícil? […]


-Pobre Pedro. No creas lo que tus ojos te dicen. Sólo muestran limitaciones.Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes, y hallarás la manera de volar.



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