¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, otras soplará el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

domingo, 1 de agosto de 2010

Mi brazo en tu hombro




Hace unos días me llegó al email desde la página de novabella.org, que nunca me cansaré de nombrar por lo valiosa que es, el texto que os adjunto, me pareció hermoso entonces, y hoy me ha vuelto a la mente en el momento justo, y para los que no están en contacto con esa página, me parecía una pena privales de conocerlo.

Esto es lo que dice el crucificado: si te va bien, es que he puesto mi brazo derecho en tu hombro. Pero si te va mal, entonces te rodearé con mi brazo izquierdo y estarás más cerca de mi corazón



de Matilde de Magdeburgo, una de las tres grandes místicas de la abadía cirtesciense de Helfa, evocando el sueño del Crucificado que tuvo San Bernardo.


Publicado por: Cristina Isabel Carretero Esteban.

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