¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, otras soplará el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

miércoles, 7 de abril de 2010

Balada del mal genio - Mario Benedetti





Porque habla de mi, y de ti, porque todos alguna vez nos hemos sentido así:

BALADA DEL MAL GENIO

Hay días en que siento una desgana
de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse,
y me hallo solidariamente cretino,
apto para que en mí vacilen los rencores
y nada me parezca un aceptable augurio.
Días en que abro el diario con el corazón en la boca
como si aguardara de veras que mi nombre
fuera a aparecer en los avisos fúnebres
seguido de la nómina de parientes y amigos
y de todo indócil personal a mis órdenes.
Hay días que ni siquiera son oscuros,
días en que pierdo el rastro de mi pena
y resuelvo las palabras cruzadas
con una rabia hecha para otra ocasión;
digamos, por ejemplo, para noches de insomnio.
Días en que uno sabe que hace mucho era bueno;
¡bah...! tal vez no hace tanto que salía la luna
limpia como después de un jabón perfumado,
y aquello sí era auténtica melancolía,
y no este malsano, dulce abrruimiento.
Bueno, esta balda, sólo es para avisarte
que en esos pocos días no me tomes en cuenta.


Mario Benedetti

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