¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, otras soplará el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

miércoles, 7 de abril de 2010

Son huellas en la arena



Bienvenidos a Son huellas en la arena. ¿Son huellas en la arena?, sí, porque como los pies que caminan por ella todo lo que transcurre en nuestra vida se marca en nosotros, a veces la tormenta traerá olas que borren esas pisadas, o quizá lo haga el viento, otras solo serán acaricidas por el mar, hasta formar parte de él. Como esas huellas nuestra existencia es efímera, pero ocupamos un momento en el tiempo, un lugar en la orilla, un instante cargado de belleza.

Este blog nace con como vehículo para plasmar todo aquello que considero digno de reproducir, de compartir con el resto del mundo, todo ello que me ha provocado algún sentimiento, bien rabia, tristeza, alegría, dolor, miedo, entusiasmo, ternura…, o bien me ha podido llevar a una profunda reflexión. En realidad no está muy definido el tema del mismo, podríamos englobarlo en el terreno de las emociones. Con él logro dos pretensiones, una la satisfacción de una necesidad propia, la de compartir algo que me ha llegado, y dos, intentar que a vosotros también pueda aportaros algo. Os ruego no seáis exigentes conmigo, pues esta aventura no pretende premios, ni elogios, es solo una andadura en la que quiero, deseo, que vosotros mis amigos participes con vuestros comentarios o simplemente vuestra atenta lectura.

A veces compartiré cosas que no os gusten y con las que no estéis de acuerdo, porque puede colgar un apunte sobre política, religión, una canción, una película, una noticia, una fotografía, un libro… aun no lo sé bien, no juzguéis muy duramente, otras no comprenderéis la razón de lo que os ofrezco, o yo no la dejaré muy clara…, pero ahí reside la magia, pues todo lo que hacemos en esta vida, nace de un por qué. 

Deseo adjuntaros como parte de mi presentación un cuento de Manuel Sánchez Mongue:

Una noche soñé que iba andando por la playa
con Dios. Y que se proyectaban en el cielo muchas
escenas de mi vida. En cada cuadro veía
huellas de pisadas en la arena. A veces las de
dos personas y otras sólo las de una.
Observé que durante los períodos más difíciles
de mi existencia se veían huellas de una sola
persona. Y dije:
- Me prometiste, Señor, que siempre caminarías
a mi lado. ¿Por qué cuando más te necesité no
estabas conmigo?
Él respondió:
- Cuando viste las huellas de una sola persona,
hijo mío, fue cuando tuve que llevarte en brazos.
Manuel Sánchez Monge. “Parábolas como dardos”

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